Thursday, October 06, 2005

ACCIÓN 003

Ya se como fue que se sintieron los personajes de 9 semanas y media, tuve la delicia de disfrutar un poco esta aventura, aunque no tan extensa pero igual de intensa, acompañado de una linda colegiala durante todo un fin de semana con puente festivo.

Mi primera exigencia fue que se llevara su uniforme, la aventura tendría que ser completa y especial, como efectivamente lo fue. Durante estos cortos días pusimos en práctica varias cosas desde lo erótico hasta lo sadomasoquista, no faltó la cuerda, la tela de seda para asfixiar y la utilización de juguetes sexuales que en muchas ocasiones casi nos hacen perder el conocimiento a mi amiguita y a mi.

Descubrí la delicia del sabor de la miel con fluidos femeninos, del sabor de los pezones con un buen trago de ron bien añejo en la boca, de los impulsos eléctrico que se sienten en el pene cuando se lo maman a uno con dos cubos de hielo en la boca, de comos e retuercen ellas cuando le succionaba el clítoris con un holls en mi boca.

Debo confesar que es la primera vez que le hago sexo anal a una mujer, nunca había tenido la oportunidad, debo ser sincero, nunca estuvo entre mis planes hacerlo por lo tanto nunca lo propuse.

Es distinto a cuando lo había hecho con un hombre, los hombres son de ano más amplios, por lo tanto es más fácil la penetración; ella sufrió pero me pedía que siguiera y en contra de mi voluntad seguí, hasta que mi glande entró y se posesionó de ese lugar, sintiendo que lo había conquistado para él, y ahí fue donde empecé a bombear y aunque quise que todo mi miembro se apoderara de su recto no lo pude conseguir, toda mi pasión no profanó su ano, lo cual me desconcertó, realmente era muy estrecho, que diablos, mi delirio es entrar todo, sentir que estoy tocando el alma. Eso fue el primer día, pensé que como fue su primera vez de pronto era el inconveniente, aunque con un hombre eso no me había pasado por muy virgen que fuera el tipo.

La última noche lo intentamos de nuevo, el acceso si fue más fácil, y delicioso, ella hasta cabalgó sobre mí y las bolitas chinas hicieron de las suyas dentro de su ano, pero mi pene siguió sin tocar fondo, solo la mitad pudo disfrutar del placer del roce en su caverna, deliciosa caverna.

Hasta aquí detengo esta narración, quiero guardar un poco más de ella para otros post.

1 Comments:

Blogger Unknown said...

excelente, a veces te envidio,

6:53 PM  

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