ACCIÓN 006

No pensé que la parafina quemara tanto, quedé con la espalda y las nalgas bien rojas y sensibles, mi chica de turno derramó un buen velón en mi cuerpo e inmediatamente ella se restregaba contra mi, aún estoy bastante rojo parecen quemaduras de primera grado; pero me permito asegurar que disfrutar del dolor es bastante excitante, sobre todo cuando se tiene el cuerpo bien relajado.
Luego ella procedió a untar crema humectante en los sitios afectados y terminamos untándonos todo el cuerpo, y deslizar nuestros cuerpos en este estado fue otro placer que no había probado, sobre todo a la hora de realizar posiciones, puesto que el cuerpo se desliza mucho más fácil y se presta para todo lo que se quiera hacer, creo que es igual que con el aceite.
Hasta aquí termino el relato de aquel fin de semana que para mi ya parece que hubiera sido hace meses. En otro post escribiré sobre una nueva experiencia que tuve esta semana, que delicia, fue una desvirginación.